Informe de evaluación publicado de la Directiva sobre responsabilidad por productos defectuosos

La Directiva sobre responsabilidad por productos defectuosos (Directiva 85/374 / CEE, en lo sucesivo «la Directiva») ha garantizado, durante más de tres décadas, que los productores asuman la responsabilidad de la fabricación de productos defectuosos frente a los consumidores. Cuando se adoptó en 1985, la directiva era un instrumento audaz y moderno que requería adaptaciones significativas a los códigos civiles de los Estados miembros.

La directiva fue una de las primeras leyes de la UE diseñadas expresamente para proteger a los consumidores. Introdujo el concepto de responsabilidad objetiva según el cual los productores son responsables de los productos defectuosos, independientemente de que el defecto sea intencional o no. La directiva también tiene como objetivo contribuir al crecimiento económico mediante la creación de un entorno legal y estable de competencia equitativa, que permita a las empresas comercializar productos innovadores.

La Directiva complementa la legislación de la UE sobre seguridad de los productos y el llamado «Nuevo Enfoque» adoptado en este campo. Introducido al mismo tiempo que la directiva, el «nuevo enfoque» tiene como objetivo evitar que se produzcan accidentes mediante el establecimiento de normas de seguridad comunes2 que garanticen el buen funcionamiento del mercado único de mercancías y reduzcan la carga administrativa. Cuando, después de todo, ocurre un accidente, la directiva sirve como una «red de seguridad».

La realidad de 2018 no es la misma que la de 1985. La UE y sus normas en el campo de la seguridad de los productos han evolucionado, al igual que la economía y las tecnologías. Muchos productos disponibles en la actualidad tienen características que se consideraron ciencia ficción en la década de 1980. Los desafíos que enfrentamos hoy, y que serán aún más relevantes en el futuro, incluyen, por nombrar solo algunos, la digitalización, el ‘Internet de las cosas’, la inteligencia artificial y la ciberseguridad.

Dado que la Directiva nunca se ha evaluado desde su entrada en vigor y teniendo en cuenta estos avances tecnológicos recientes, la Comisión llevó a cabo su evaluación para evaluar su rendimiento. La evaluación tuvo en cuenta los desarrollos tecnológicos recientes y analizó específicamente si la directiva:

sigue siendo eficaz para lograr sus objetivos iniciales;
es eficiente
sea ​​coherente con las normas pertinentes de la UE;
sigue siendo relevante en respuesta a los recientes desarrollos tecnológicos; y
si la legislación de la UE sobre responsabilidad por productos defectuosos sigue siendo un valor añadido para las empresas y las partes perjudicadas

La evaluación reveló que, aunque los productos son mucho más complejos hoy que en 1985, la Directiva sobre responsabilidad por productos defectuosos sigue siendo un instrumento adecuado.

Sin embargo, es necesario aclarar la comprensión legal de ciertos conceptos (como producto, productor, defecto, daño y carga de la prueba) y considerar cuidadosamente ciertos productos, como los productos farmacéuticos, que pueden resultar un desafío para la efectividad de la Directiva.

Además, con respecto a las nuevas tecnologías digitales, un primer vistazo a cómo afectan al funcionamiento de la Directiva planteó varias preguntas. A la luz de estos resultados, la Comisión llevará a cabo una amplia consulta con el fin de alcanzar un entendimiento común con todas las partes interesadas. El objetivo es desarrollar una guía detallada sobre cómo aplicar la directiva en la actualidad. Además, evaluará en qué medida se pueden abordar adecuadamente las tecnologías digitales emergentes en la directiva actual. Las directrices y la evaluación nos ayudarán a prepararnos para la adopción de un marco de responsabilidad del producto adecuado a la revolución industrial digital.

Other News & Articles